Dino y Aldana son un matrimonio, que lleva alrededor de 11 años recorriendo el mundo entero. Sus múltiples viajes, han servido de inspiración para darle vida a, magia en el camino, una historia llena de anécdotas y experiencias interesantes que cuenta esta familia viajera.
Desde que era un niño, Dino soñó con ser un “turista permanente,” relacionaba los viajes con libertad, y mientras crecía alimentaba ese deseo. Para Aldana, los viajes eran divertidos, y siempre le gustó viajar, pero nunca se planteó la idea de hacer un viaje, sin fecha de retorno. ¡Hasta que se encontró con Dino!
Después de llevar unos años de casados, -y de haber estado dándole vueltas por mucho tiempo al inicio de su gran aventura- llegó el día tan esperado. Hoy, Dino y Aldana, comparten detalles de esa fantástica historia, que los ha llevado a visitar 40 países.
La vida de Dino y Aldana antes de magia en el camino
Ambos son profesionales, pertenecientes a familias de clase media. Dino es ingeniero, y tenía que lidiar con largas jornadas de trabajo, que lo dejaban agotado, sin mencionar que la rutina diaria lo ahogaba. Aldana es periodista, siempre muy dedicada a su trabajo en la ciudad.
Desde que se conocieron en el año 1999, realizaron viajes durante el verano, algunos eran cortos y otros duraban un poca más de tiempo. Siempre trataban de ahorrar lo suficiente a lo largo del año, para hacer por lo menos un viaje, aunque eso significara vivir con ciertas restricciones. Al fin y al cabo, lo importante era hacer el viaje.
Solo que, ellos querían más, no se conformaban con un viaje de 15 o 20 días, anhelaban hacer un viaje por mucho más tiempo. Pero, cada vez que se lo planteaban, surgían preguntas que eran difícil de responder en el momento, y entonces el temor se apoderaba de ellos. Hasta que, finalmente esa voz interior, que había sido solo un murmullo, se convirtió un grito ensordecedor.
El descontento de Dino en 2009
Aldana cuenta que, cada vez que regresaban de viaje a Dino le costaba mucho continuar con vida en la ciudad y con la rutina del trabajo. Sentía mucho descontento, más de lo que ella misma podía sentir. Precisamente, ese descontento fue el que sirvió como punto de partida en el año 2009, cuando Aldana tenía 34 años y Dino 39. En julio de ese año, decidieron ponerle fin a la vida rutinaria.
Fue así como consiguieron un comprador para el auto y otras cosas que decidieron vender, además encontraron a quien arrendarle el departamento. Era una lista larga de cosas que debían hacer, para ver cumplidos sus sueños y al mismo tiempo el nacimiento de magia en el camino. Aunque esos sueños, significaban un cambio muy drástico en sus estilos de vidas.
El mayor de los retos fue enfrentar los miedos
Un viaje sin fecha de retorno, es un gran cambio en la vida de una persona, sobre todo cuando se ha pasado toda la vida viviendo en la ciudad. Llevar una vida tranquila al lado de los familiares, con trabajo estable y la comodidad de un departamento. Pero todo eso, estaba a punto de cambiar para Dino y Aldana, por eso, el mayor de sus retos fue enfrentar sus miedos.
Quizá el mayor temor para Dino y Aldana, era la incertidumbre de no saber si podrían cumplir con todo lo que implica hacer un viaje de esta naturaleza. El miedo a dejar a la familia, también se hizo presente porque no es fácil romper con los lazos afectivos. Sin embargo, el miedo no los detuvo y a pesar de todas las dudas que tenían, resultó más fuerte el deseo recorrer el mundo.
Magia para financiar un viaje sin fecha de regreso
¿Cuánto dinero se necesita para hacer un viaje sin fecha de regreso? Sin lugar a dudas que mucho, aunque Dino y Aldana, en realidad no llevaron tanto. De las ventas que hicieron del auto y las otras cosas, solo les alcanzo para el comenzó del viaje. Luego que ese dinero se acabó, Dino comenzó a hacer algunos trucos de magia para costear los hospedajes, alimentación y transporte.
Los trucos de magia, se convirtieron en una fuente de ingreso para la familia viajera. Pero, también en una herramienta de conexión, con las personas que iban conociendo en el camino. A parte de la magia –Dino y Aldana- han realizado otras actividades para generar ingresos, por ejemplo, venta de fotografías, de imanes con imágenes de paisajes. Y Aldana hace trabajos de freelance o escribe artículos.
Más mago que ingeniero
Por 5 años, Dino estuvo haciendo un curso de magia, esto le sirvió de ayuda en momentos cuando el trabajo de ingeniero no estaba bien. Pero la verdad es que, la idea de hacer este curso, era una forma de buscar una herramienta para financiar el viaje sin fecha de retorno. ¡Y vaya si ha funcionado! Pero, apenas comenzado el viaje, Dino tuvo que aprender muchas cosas nuevas.
Mientras pasaba el tiempo, las presentaciones ante diversos públicos fueron copando la escena. Hasta el punto que Dino, comenzó a sentirse más mago que ingeniero y así se siente hoy en día. Incluso, cuando tuvieron que regresar a Buenos aires, Dino siguió con sus presentaciones de mago, algunas veces en shows privados y otras “pasando la gorra.” Pero siempre haciendo lo que le gusta.
¡Sin arrepentimientos!
¿Quién podría arrepentirse de hacer algo que le gusta? Es lo que expresan los responsables de magia en el camino, jamás se arrepentirían de lo que han hecho, porque representa la realidad de sus sueños. Es cierto que, en algunas ocasiones las cosas no resultan tan sencillas y surgen las dudas. Solo que, Dino y Aldana saben que no se equivocaron, ellos son dueños de su tiempo.
Pocas personas pueden decir que, son dueñas de su tiempo y hacen lo que les gusta. Esta, es una de las grandes ventajas, que ha encontrado la familia viajera en su recorrido por el mundo. Claro, hay que ser muy responsables, para administrar el tiempo como lo hacen Dino y Aldana, sin abusar de la libertad. Mucho más ahora con la llegada de su hijo Tahiel, ¡Sí, ahora son tres! Y los planes de viaje siguen.
Lo que se aprende viajando
Cuando se viaja por tantos países, se entra en contacto con diferentes culturas y personas de diferentes clases sociales. Todo esto se traduce en un aprendizaje que se obtiene a lo largo del camino que se va recorriendo. Por eso Dino y Aldana, mencionan 2 lecciones fundamentales que les ha dejado este viaje.
Uno de esos aprendizajes es, no tener prejuicios, aunque en opinión de ellos, no siempre es fácil. Lo más importante es tener una idea clara de lo que sucede, escuchar con atención para comprender el contexto de lo que está pasando. Así se evita emitir opiniones apresuradas.
Por otro lado, Dino y Aldana hablan de otra gran lección, la solidaridad de las personas. Sí, ellos han podido corroborar que la gente sigue siendo solidaria y lo afirman, porque muchos de sus logros en el viaje, fue gracias a eso.
Ya no son dos ahora son tres
Con la llegada de Tahiel, el número de la familia aumentó a tres y aunque tuvieron que regresar a Buenos Aires, los planes de seguir viajando continúan. Es cierto que representa todo un reto viajar con el niño, además que algunas cosas han cambiado desde su llegada. Pero, Dino y Aldana siguen haciendo magia en el camino, y con nuevos proyectos incluidos.
La experiencia de esta familia viajera, demuestra que los sueños pueden hacerse realidad, pero hay que luchar por alcanzarlos. ¿Valen la pena los sacrificios? En opinión de Dino y Aldana, sí lo vale, porque ser libres es la mayor recompensa que se puede recibir.
¡Vive tu sueño se dueño de tu tiempo!
¿Qué opinas de la experiencia de la familia viajera? Bueno, tú también puedes hacer realidad tus sueños, sobre todo si se trata de viajar. Así como Dino, Aldana y el pequeño Tahiel, recorren el mundo entero disfrutando de lo que hacen, igual puedes hacerlo. Incluso, si tienen hijos pequeños, eso no representa un impedimento.
Historias como estas, las puedes encontrar en nuestra página, solo tienes que visitarla con frecuencia. Pero no solo encontrarás historias, también te ofrecemos consejos para viajar, y la forma que puedes costear los gastos cuando recorras el mundo.